Lleva un diario de lo que comes, la idea no es ponerse a contar calorías sino darse cuenta de que estas dándole a tu cuerpo. Esto te ayudará a planear mejor tus comidas y tus snacks.
Corta a la mitad la grasa, ya sea la que añades tu a las comidas como mantequilla, mayonesa, ketchup, etc., así como la comida que ya la trae.
Limita tus snacks que contengan azúcar a 3 veces por semana o menos.
Incluye una fuente de proteína en tus comidas, pero por lo menos un par de veces por semana quita las carnes y come sólo vegetales. Esto ayudará a aumentar la fibra y reducir la grasa.
En tus productos lácteos reduce el contenido de grasa y cuando compres yogurt asegúrate que no tenga azúcar.
La fruta puede sustituir tus snacks con carbohidratos.
Toma agua en lugar de jugos, sodas, refrescos y alcohol.
Come despacio.
Escoge comida que puedas masticar, en vez de jugo de naranja come una naranja. No sólo aumenta lo que consumes de fibra sino ayuda a que te sientas lleno.
No comas viendo tele. Hay estudios que soportan que cuando uno come viendo tele come más.
No olvides hacer ejercicio. Encuentra que puedes combinar y combina las pesas.